miércoles, 18 de junio de 2008

El Realismo mágico o lo Real Maravilloso de Gabriel García Marquez.




EL «REALISMO MÁGICO» O «LO REAL MARAVILLOSO»

A partir de 1940: se ob­serva un cansancio de la novela realista. No es que desa­parezcan los temas cultivados hasta entonces, pero se pasará a tratarlos con procedimientos distintos. Y aparece­rán también nuevos temas. Precisemos algunos aspectos de esta renovación:

Aspectos temáticos: irrumpen la imagi­nación, lo fantástico. Pronto se hablará de realismo mágico o de lo real maravilloso.

El realismo mágico persigue hacer un retrato total de la realidad, va mucho más allá de lo que puede ser percibido por los sentidos. Un narrador mágico realista, crea la ilusión de "irrealidad" A partir de este momento, realidad y fantasía se presentarán íntimamente enlazadas en la novela: unas veces, por la presencia de lo mítico, de lo legendario, de lo mágico; otras, por el tratamiento alegórico o poético de la acción, de los personajes o de los ambientes.

- Entre los temas nuevos, está el interés por el mundo urbano.
- La condición humana. Se plantean los grandes problemas del ser humano en la sociedad contemporánea, enraizados en la situación de Hispanoamérica. La visión, en general, es bastante pesimista.
- El erotismo.

Aspectos formales

― El narrador. El narrador omnisciente deja paso al narrador protagonista, personaje o testigo.
― El tiempo. Se rompe la linealidad temporal por medio de recursos como la inversión temporal, las historias paralelas o intercaladas o el caos temporal.
― El lenguaje. Entre los nuevos narradores existe una gran preocupación por la elaboración lingüística, por el ritmo de la prosa y por el empleo de imágenes, hasta tal punto que se ha hablado de una tendencia barroca en el estilo de estas novelas
Gabriel García Márquez. Cien años de soledad (1967).

Esta novela refleja la vida de siete generaciones de la familia Buendía durante cien años a partir de la primera pareja, constituida por Ursula Iguarán y José Arcadio Buendía.

Los personajes de la familia Buendía se suceden con nombres semejantes, lo que contribuye a la pérdida de la individualidad y a la identificación de rasgos comunes. Los varones se llaman José Arcadio y Aureliano, y la rama familiar solo se prolonga por los primeros, ya que la descendencia de los segundos siempre se trunca. Cada nombre implica rasgos típicos (los Aurelianos son tímidos; los José Arcadio, impulsivos). Entre las mujeres se repiten las Úrsulas, Remedios y Amarantas.

El lugar, un pueblo llamado Macondo, fundado por José Arcadio Buendía, se presenta desde distintas perspectivas:

*Por un lado, es un microcosmos que refleja distintas etapas de la historia de Hispanoamérica.
*Por otro lado, Macondo se erige como un lugar mítico, en el que conflu­yen lo misterioso, lo fantástico y lo hiperbólico junto con creencias popu­lares. La última etapa del pueblo, el diluvio, provoca la ruina definitiva de Macondo, que desaparece finalmente, arrasado por una ráfaga de viento.

Los temas de la novela se resumen en el título: la soledad de los indi­viduos, que en sus más íntimos anhelos se ven incomprendidos o ignorados. Al final de la novela, dos personajes encuentran el amor, pero ello significa el fin de la estirpe y el cumplimiento de la maldición: al ser tío y sobrina les nace un niño con cola de cerdo.


Cien años de soledad, un ejemplo destacado de las técnicas del “realismo mágico”

Cien años de soledad es una de las obras que mejor conjuga los elementos técnicos que sintetizan los rasgos del realismo mágico.

El ordenamiento del tiempo es aparentemente lineal: la historia comienza con la fundación de Macondo y finaliza con su desaparición. Sin embargo, la estructura del relato no es tan sencilla: los acontecimientos que van configu­rando la historia del pueblo se narran localizando la acción en un tiempo futuro y, a partir de ahí, se vuelve a los hechos que los han originado, para seguir el orden cronológico y culminar en el suceso que se había anunciado.

De esta manera, la elaboración es circular.

Por otro lado, la historia de Macondo se halla en unos manuscritos que recogen su principio y su final; por tanto, el tiempo coincide con el presente en el desenlace, ya que, mientras el personaje lee lo que está escrito (el final del pueblo), Macondo desaparece.
El punto de vista del narrador es aparentemente omnisciente. Sin embargo, cuando se descubre la existencia de los manuscritos, se revela también que todo el relato está realizado desde la perspectiva de Melquíades, personaje que reúne las características del trashumante y el malo.

Entre los recursos que con­tribuyen a integrar lo real y lo fantástico destaca el juego de perspectivas con que son trata­dos los hechos: los reales, coti­dianos, racionales, se presentan muchas veces con el asombro de lo inesperado, de lo mágico (el descubrimiento del hielo, por ejemplo, produce enorme perplejidad), mientras que los fantásticos aparecen sin el menor atisbo de asombro (así es vista, por ejemplo, la ascensión de Remedios, la Bella, que levita y se pierde en el espacio).


Otras obras importantes de Gabriel García Márquez son:

El otoño del patriarca (1975), Crónica de una muerte anunciada (1981), El general en su laberinto (1989), Crónica de una muerte anunciada (1981) y El amor en los tiempos del cólera (1985).

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